Ríe, salta, disfruta, haz el tonto y que te miren, no te avergüences, elige: ¿Blanco o negro?; sé feliz y deja que el mundo piense, que comenten, que critiquen, que digan lo que quieran, que todos sus comentarios se reducen a un sentimiento. A un sentimiento llamado envidia. Sólo vive la vida loca muy loca, y a todos esos estúpidos que no tienen vida y se interesan por la tuya, enséñales el dedo, sácales la lengua y enséñales la mejor de tu sonrisas, la más fuerte y más sincera, para que se den cuenta de una vez lo feliz que eres y la envidia de felicidad que te tienen.
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